miércoles, 26 de diciembre de 2007

El Principito, de Antoine de Saint Exupery (1492).


Es la historia de un principito que vivía en un planeta muy pequeño, tanto que solamente había en él tres volcanes (uno de ellos apagado) y una flor. El trabajo del principito consistía en deshollinar cráter de los tres volcanes, cuidar de su vanidosa flor y arrancar las raíces de los baobabs para que no llegasen a convertirse en árboles y reventasen su planeta. Su mayor afición contemplar atardeceres. Como su planeta era diminuto podía llegar a admirar hasta 43 atardeceres en un día. El principito llevaba una sosegada y melancólica vida.
Los hombres ya no tienen tiempo de nada, compran las cosas ya hechas a los comerciantes; pero como no existe ningún comerciante de amigos, los hombres ya no tienen amigos.
Un día el principito decidió marcharse, estaba cansado de los caprichos de su flor. Así comenzó su viaje por la Galaxia, en busca de un amigo. El primer asteroide que visitó lo habitaba un Rey. Cuando el monarca vio al pequeño visitante se puso muy contento porque al fin tenía un súbdito a quien mandar. Mantuvieron una interesante conversación. El Rey le dijo: “Hay que exigir a cada uno lo que cada uno puede dar. La autoridad se apoya ante todo en la razón. Tengo derecho a exigir obediencia porque mis órdenes son razonables. Cuando el principito se dispuso a irse el monarca le pidió que no se marchase, para ello le nombró Ministro de Justicia. El niño dijo: “¡Pero si no hay nadie a quien juzgar!, el rey respondió: “Pues te juzgarás a ti mismo. Es lo más difícil. Es mucho más difícil juzgarse a uno mismo que juzgar a los demás. Si consigues juzgarte bien, es que eres un verdadero sabio”. Mientras el principito abandonaba el planeta el rey le nombro embajador para afirmar su autoridad y el niño pensó que los mayores eran muy extraños.

En el segundo planeta que visitó había un vanidoso, que preguntó el principito: “¿De verdad me admiras mucho?, él contestó: ¿Qué es admirar?-Admirar significa reconocer que soy el hombre más guapo, el mejor vestido, el más rico y el más inteligente del planeta. -¡Pero si estás solo en el planeta! –Admiráme a pesar de todo –Te admiro, dijo el principito mientras pensaba: “Desde luego, los mayores son muy raros”. En el planeta siguiente vivía un bebedor con el que también tuvo una charla. El principito le preguntó por qué bebía y le respondió que lo hacía para olvidar que le daba vergüenza beber. El cuarto planeta era el del hombre de negocios, que se dedicaba a contar las estrellas. Cuando el niño le preguntó por qué lo hacía el hombre le explicó que las poseía y que por eso era rico. El principito no entendió la utilidad de poseer las estrellas. El niño pensó que era bastante poético pero no era serio. El principito tenía acerce de las cosas serias ideas muy diferentes de las ideas de los mayores. El niño le explicó al hombre de negocios: -“Yo poseo una flor, que riego todos los días. Poseo tres volcanes, que deshollino todas las semanas. El hecho de que yo los posea el útil para mis volcanes, es útil para mi flor. Pero tú no eres útil para las estrellas”. El hombre de negocios no supo que decir y el principito se fue.
En aquel entonces no supe comprender nada! Debía haberla juzgado por sus actos y no por sus palabras. Ella me proporcionaba alegría y aroma. Jamás debí haber huído. Debí adivinar su ternura, tras sus inocentes mañas. ¡Las flores son tan contradictorias! Pero yo era demasiado joven para saber amarla.

El quinto planeta era muy curioso. Era el más pequeño de todos. Apenas había sitio para que cupiera un farol y un farolero. El principito pensó que ese hombre parecía absurdo. Sin embargo, menos absurdo que el rey, el vanidoso, el hombre de negocios y el bebedor. Al menos su trabajo tenía sentido. Cuando encendía el farol, es como si hiciese nacer una estrella, o una flor. Cuando apaga el farol, duerme a la flor o a la estrella. Es una ocupación muy bonita. Es realmente útil porque es bonita”. El sexto planeta era un planeta diez veces más amplio. En él vivía un geógrafo. El principito le preguntó: -¿Qué es un geógrafo? –Es un sabio que sabe dónde se encuentran los mares. Los ríos, las ciudades, las montañas y los desiertos. Le dijo que ellos escribían cosas eternas, que nunca pasan de moda. Al niño le extrañó que el geógrafo no anotara las flores en su libro de geografía pero el señor le explicó que no se ocupaba de las flores porque son efímeras porque las amenazaba una próxima aparición. Al principito le resultó muy interesante, un verdadero oficio. Aunque le chocó que el geógrafo no supiera que accidentes geográficos tenía su planeta. El señor le contó que el geógrafo necesita de exploradores que recorran el mundo para él poder anotar sus recuerdos. El principito le preguntó qué le aconsejaba visitar y le respondió que El Planeta Tierra.
Siempre he amado al desierto. Uno puede sentarse sobre una duna de arena sin ver ni escuchar y, sin embargo, siempre hay algo que brilla en el silencio.


En La Tierra el principito se encontró con un zorro y el niño le pidió que jugase con él. El zorro le dijo que no podía jugar con el porque no estaba domesticado. ¿Qué significa domesticar?, preguntó el niño. –Es algo demasiado olvidado. Significa crear lazos. Para mí tú no eres más que un niño, parecido a cien mil niños. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. Pero si me domesticas, nos necesitaremos el uno al otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para ti único en el mundo... Por eso le pidió al principito que lo domesticase. –Como quieras-contestó el principito-, pero tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas. El zorro le explicó: -Sólo se conocen las cosas que se domestican. Los hombres no tienen tiempo de conocer nada. Compran cosas hechas a los vendedores. Pero no existen vendedores de amigos, los hombres ya no tienen amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!. –¿Qué debe hacerse?. –Hay que tener mucha paciencia. El zorro le explicó que debía acudir siempre a la misma hora porque así desde una hora antes él ya empezaría a ser feliz. Porque si aparecía cada día a una hora distinta no sabría a que hora vestirse el corazón. Le dijo que los ritos son necesarios. -¿Qué es un rito? -dijo el principito. –también es algo demasiado olvidado –dijo el zorro. Es lo que hace que un día sea diferente de los demás. Antes de que el principito prosiguiera su viaje el zorro le contó un secreto. Le dijo que sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos. Los hombres han olvidado esa verdad. Pero tú no debes olvidarla. Te haces responsable para siempre de lo que has domesticado.

lunes, 24 de diciembre de 2007

¿Navidad?



Ayer decía el cura en la misa del Gallo que lo que algunos llaman el "espíritu de la Navidad" es una chorrada. Eso de sentirse alegre o triste porque llega la Navidad... tonterías. Hace unos días mi profesora de inglés (americana de 23 años) decía que estaba llena de espíritu navideño y nos largó "Elf", la peli de un elfo que descubre que en realidad no lo es, así que deja a Santa y vuelve con su verdadera familia. La chica nos dijo que era su favorite Christmas movie. Probablemte el sacerdote de ayer se refería a este feeling navideño, a la ñoñería que rodea la Navidad. No creo que eso sea lo peor que hemos hecho con esta celebración cristiana. Seguramente el consumismo salvaje de estas fechas promovido por El Corte Inglés también ha contribuido a la aparición del espíritu navideño del derroche.
Siempre me ha gustado esta viñeta de Mafalda. Todo el mundo (o al menos la cuarta parte) celebra, brinda, canta... Noche de Paz, Noche de Amor... pero me encanta el final, cuando la niña dice a la humanidad: "Antes de continuar me gustaría saber si se entiende la letra". (debe ser porque mientas cantas no escuchan). Supongo que cada uno entiende lo que quiere. Yo entiendo que quien crea, celebra que hace mucho, mucho tiempo nació el portador de un mensaje tan potente que se ha extendido por todo el mundo convirtiéndose en el motor de muchas vidas. Que cada año, cada día, cada instante transforma a las personas, les empuja a desear ser mejores. Eso es lo que yo celebro, por lo que alzo mi copa. Por eso os deseo Feliz Navidad a todos: feliz deseo de ser mejores.


domingo, 9 de diciembre de 2007

El espejo


Nos conocimos en agosto y en septiembre quedamos por primera vez para tomar un café, que terminó en copa. Surgió algo especial entre nosotros y fuimos descubriendo una afinidad mental y espiritual que nos atraía de forma poderosa. Los encuentros se fueron sucediendo y disfrutamos juntos de momentos muy especiales. No sé si algún momento escuchamos campanitas sonar (demasiado cursi para nosotros), pero sin duda nos sorprendía la posibilidad de mirarnos en otros ojos, de escucharnos en otros labios, de intuir nuestros propios pensamientos en la mente de otra persona. Diría que esta sensación de mirarnos en un espejo provocó en nosotros sorpresa, curiosidad, admiración. Al mirarnos a los ojos éramos capaces de intuir la profundidad de pensamiento que habitaba en el interior del otro. Esos primeros días me pregunté si sería acaso posible tal conexión entre un hombre y una mujer y hacía dónde podía conducirnos. Sería tal vez el cimiento de una amistad única o, tal vez, algo más grande. Me daba miedo pensarlo. Sería posible que aquella química fuera acompañada también de física. No podía ser. Mi experiencia aconsejaba prudencia y escepticismo. Sin embargo parecía inevitable que el primer roce se produjera. Fue en mi casa, una noche después de la cena tus manos buscaron las mías sobre entre las copas de vino. El contacto se prolongó hasta el sofá pero el miedo me paralizó y tuvimos que esperar varios encuentros hasta que terminamos de romper el miedo. El intercambio afectuoso de mensajes y une cena a cuatro después de una visita a La Abadía me dieron la confianza suficiente para despedirme con un beso. Esos fueron los comienzos de nuestra historia.

jueves, 29 de noviembre de 2007

La muerte de Viriato, jefe de los lusitanos (1807).


Óleo sobre lienzo, 307x462 cm. José de Madrazo [1781-1859)
Es la pintura más emblemática del Neoclasicismo español.

La obra es la exaltación heroica de la figura del caudillo lusitano Viriato, defensor de la libertad de la península frente a la invasión de las tropas de Roma.

Este célebre General sostuvo la guerra 14 años contra el poder de Roma, en los cuales venció 6 veces a sus ejércitos, obligando en la última derrota al Cónsul Romano a hacer con él una paz vergonzosa, pero no conformándose con ella, sobornó a los 3 primeros oficiales del ejército: Audaz, Ditalkon y Minuros para que se deshicieran de su general. Aquellos pérfidos traidores sacrificaron a su Jefe librando a Roma de su enemigo en el año 139 a.C.

En el cuadro, los soldados lusitanos encuentran a su General muerto sobre un lecho en su tienda de campaña y lloran su pérdida. Los dos soldados que salen por la derecha levantan sus espaldas y prometen venganza.
La visita a la exposición llega a su fin. Las niñas parecen encantadas, pero no son las únicas. Un niño de rostro dulce y mirada inteligente, que nos había seguido, se acercó a mi tímidamente y me preguntó donde había comprado las fichas que sostenían mis manos y que habían sido mi chuleta durante la visita. Le respondí que no las había comprado sino que las había preparado yo. Que había pegado las fotos de los cuadros y anotado en cada una la historia del cuadro, para poder contársela a las niñas. El niño se despidió con aire triste. Yo quedé inmóvil, impactada por el breve encuentro. Después me lamenté de no haber pedido al niño (a su abuela, que le acompañaba) la dirección de su casa para enviarle las fichas tras ser publicadas aquí.

Los poetas contemporáneos. Un lectura de Zorrilla en el estudio del pintor (1846).

Óleo sobre lienzo, 144x217 cm. Antonio María Esquivel [1806-1857)].

Obra emblemática del Romanticismo español e icono por excelencia del panorama intelectual de la Corte Isabelina. Es el mejor testimonio gráfico de la perfecta simbiosis que durante el Romanticismo madrileño mantuvieron las artes y las letras, de la que fue expresión máxima el Liceo Artístico y Literario; sociedad creada en 1837, de importancia capital en el panorama cultural de la España romántica.

El pintor recrea en él una reunión imaginaria de los más importantes escritores de su tiempo, congregados en su propio estudio para escuchar la lectura de una obra de José Zorrilla, narrada por el propio escritor ante la presencia del artista, que abandona momentáneamente su trabajo para escucharle.

La estancia es espaciosa, de techos altos, con un gran ventanal por el que penetra la luz natural, que ilumina la sala. Los muros están forrados con lienzos, algunos pintados por el propio Esquivel y otros de su colección, realizados por maestros antiguos de la pintura española: Juicio Final, Colón ante los Reyes Católicos, el Martirio de San Andrés, una Inmaculada.


A las niñas les llama la atención este cuadro. En él hay muchos poetas y la mayor se siente identificada: "Mira papá son poetas, como yo". P hace llamar su atención sobre la ausencia de mujeres en la obra: "Hija, en ese momento de nuestra Historia la mujer no jugaba ningún papel en la vida pública de España". La mente de la niña imaginó la versión actual del cuadro: una reunión de poetas y poetisas... una sonrisa dibujó su rostro.
Divertido fue para las niñas descubrir que un personaje situado a la izquierda del cuadro las miraba fijamente. No importaba hacia que lugar de la sala del museo se desplazasen pues los ojos inquisitivos de aquel hombre las seguía. Las risas de las niñas inundaron la sala durante un momento y nos dimos cuenta de que unos niños, que nos habían seguido durante toda la visita, también reían.

Amalia de Llano y Dotres, condesa de Vilches (1853).

Óleo sobre lienzo, 126x89 cm.Federico de Madrazo [1815-1894].

Obra cumbre de la retratística romántica española. También es el retrato más atractivo y seductor de Madrazo. A ello contribuye la belleza y juventud de la modelo que posa sentada en un llamativo sillón. Luce un vistoso vestido de raso azul con un corpiño ajustado de generoso escote. Destaca la aporcelanada blancura de la piel de la dama ante un fondo oscuro.

Amalia de Llano y Dotres nació en Barcelona en 1821, contando 32 años cuando Madrazo la retrató. El 12 de diciembre de 1839 casó con Gonzalo José de Vilches, quien obtendría el título de conde de Vilches en 1848. Destacada defensora de los postulados monárquicos desde la caída de Isabel II. Fue escritora aficionada y distinguida amazona. Murió el 6 de julio de 1874, dedicándole entonces un largo poema el político y estadista Antonio Canovas del Castillo, publicado en la Ilustración española y Americana cinco años después (en el suplemento del número del 8 de julio de 1879, pp. 19-22).

La condesa y su marido frecuentaban la casa del pintor al que les unía un vínculo de amistad.

Tobías y el ángel (1858-1863).



Óleo sobre lienzo, 198x118 cm. Eduardo Rosales [1836-1873].



El lienzo ilustra el pasaje bíblico en el que el arcángel San Rafael indica al joven Tobías, sentado junto a él, que extraiga la hiel de un gran pez que asoma en el agua, para curar con ella la ceguera de su padre:


“ Y ellos, emprendieron su camino, llegaron por la tarde a orillas del río Tigres, y pernoctaron allí. Y el muchacho bajó a bañarse y saltó del río un pez enorme, y quería tragarle. Mas el ángel le dijo: coge el pez y tíralo hacia ti” y asió el muchacho al pez enorme, y quería tragarle. Mas el ángel le dijo: Coge el pez y tíralo hacia ti. Y asió el muchacho al pez y lo tiró a la tierra. Y le dijo el ángel: Despedaza el pez, y toma el corazón, el hígado y la hiel, y resérvalos en seguridad. Después se lo comieron... El corazón y el hígado, cuando alguien perturbaba un demonio o espíritu malo, hay que encenderlos y que humeen delante del hombre o la mujer que sea, y de cierto no le perturbará más; y la hiel es para untar con ella al hombre que tenga cataratas en los ojos, y quedará sano” (Tobías y el pez del río Tigris. Tobías 6: 1-4).

Según la Biblia Tobías se lanzó al agua a por el pez siguiendo las instrucciones del ángel. Sin embargo, el pintor retrata el momento en que Tobías tiene miedo y no queda claro si finalmente se atreverá a cumplir la misión que le ha sido encomendada.

La estructura de la composición del cuadro y los patrones estétiperfil de un arco de medio punto, utilizado por esta escuela en las imágenes de devoción.cos de sus modelos humanos siguen las claves de la estética nazarena, rematando su parte superior con el perfil de un arco de medio punto, utilizado por esta escuela en las imágenes de devoción.

Doña Isabel la Católica dictando su testamento (1864).

Óleo sobre lienzo, 290x400 cm. Eduardo Rosales [1836-1873].

Obra cumbre de la pintura española de historia del siglo XIX.

La Reina doña Isabel murió en Medina del Campo el 26 de noviembre de 1504. el 12 de octubre del mismo año, otorgó su célebre testamento. En la penumbra del dormitorio regio del Castillo de la Mota aparece tendida en su lecho con un dosel rematado con el escudo de armas de Castilla.

Ordena con una inclinación de su mano la escritura de su última voluntad, que dicta al escribano Gaspar de Gricio. Junto al lecho está sentado el abatido rey Fernando.

La Reina Católica fijó en su testamento el destino de la monarquía española y la unidad de sus reinos. su hija Juana es la princesa heredera, se encuentra de pie junto a su padre mostrando la resignada aceptación de los inminentes y graves acontecimientos.

El soberbio tratamiento de la luz, destaca la figura de la reina que refuerza su protagonismo gracias a la claridad de la lencería que la envuelve. El pintor plasma el ambiente denso y cargado del aposento de la moribunda.

Las figuras están construidas con una asombrosa seguridad de dibujo junto a un toque deshecho de pincel.

Las hijas del Cid, romance XLIV del “Tesoro de Romanceros” (1871).

Óleo sobre lienzo, 231x308 cm. Dióscoro Puebla [1832-1901].
El episodio del ultraje de las hijas del Cid por los condes de Carrión sirvió de excusa a los pintores de historia del siglo XIX para probar su habilidad en el domino del desnudo femenino.

Estos son los versos que inspiraron al artista:

“Al cielo piden justicia
de los condes de Carrión
ambas las fijas del Cid
doña Elvira y doña Sol

A sendos robles atadas
Dan gritos que es compasión
Y no las responde nadie
Sino el eco de su voz”

Las maniatadas hijas del Cid aparecen semidesnudas y atadas a un árbol en medio de un bosque de robledales de Corpes donde tras ser mancilladas fueron abandonadas por sus esposos, los condes de Carrión Diego y Fernando, que huyen por el claro del fondo a caballo tras cometer su felonía.

Expulsión de los judíos de España (año 1492) (1889).


Óleo sobre lienzo, 313x281 cm.Emilio Sala [1850-1910].
“Los judíos, que habían tenido aviso de lo que pasaba, recurrieron a su poderosa política ordinaria para granjearse la protección de los reyes; comisionaron a uno de los suyos para hacer un donativo de 30.000 ducados, con destino a los gastos de la guerra con los moros; pero esta negociación fue desconcertada de un modo violento por el inquisidor general Torquemada, el cual, entrando en el salón del palacio donde los reyes daban audiencia al comisionado judío, y sacando un crucifijo de debajo de los hábitos, lo presentó, exclamando: Judas Iscarote vendió a su maestro por 30 dineros de plata; Vuestras Altezas le van a vender por 30.000; aquí está; tomadle y vendedle”. Y dicho esto arrojó el crucifijo sobre la mesa, y salió. Los reyes se quedaron aterrados.” (William Prescot “El Reinado de los Reyes Católicos”).

El cuadro recoge el momento en que los Reyes Católicos firman el Edicto de Expulsión (31, marzo, 1492) por el que los judíos residentes en España debían abandonar la península en el plazo de 3 meses bajo pena de muerte, salvo los bautizados al cristianismo.
Los ojos de las niñas se abrieron como platos ante la lectura dramatizada de la historia de Torquemada, narrada por Prescot. A la mañana siguiente temprano, la niña mayor se levantó y se unió a mi. Nos sentamos una frente a otra, yo pasando al portátil las explicaciones de los cuadros, ella escribiendo un poema inspirado en cada uno. Fueron entonces mis ojos los asombrados. La niña estaba rodeada de musas y me quedé asombrada de que, a tan corta edad, recordase tantos detalles de las historias de los cuadros y escribiese los poemas a toda velocidad y con gran pasión .

Doña Juana La Loca (1887).

Óleo sobre lienzo, 340x500 cm. Francisco Padilla [1848-1921].

El lienzo despliega la más bella visión romántica de la figura de la Reina Juana I de Castilla (1479-1555); personaje en cuya historia se reunían la pasión de un amor no correspondido, los celos desmedidos y la necrofilia.

La escena se desarrolla durante el Viaje de la Cartuja de Miraflores a Granada acompañando el féretro de Felipe el Hermoso, su marido. Componían la comitiva multitud de prelados, eclesiásticos, nobles y caballeros: seguía una larga procesión de gente de a pié y de a caballo con antorchas encendidas.

La joven Reina tiene la mirada completamente enajenada, el perfil de su vientre acusa su avanzada gestación de la infanta Catalina de Austria y muestra en su frágil mano las dos alianzas que testimonian su viudedad.

Las dos niñas comprendieron mejor la historia de Doña Juana. La mayor se fijó en la tristeza ante el amor perdido. P y yo nos quedamos atrapados por la estética del cuadro, las velas ardiendo al viento, el manto flotando, el humo de la hoguera atravesando el cuadro y las nubes grises llenando el cielo. El dolor de la reina presente en cada pincelada.

Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en la playas de Málaga (1887-1888).


Óleo sobre lienzo, 390x600 cm. Antonio Gisbert [1834-1901].

Este cuadro constituye uno de los grandes manifiestos políticos de la pintura española en defensa de la libertad del hombre aplastada por el totalitarismo.

Gisbert fue designado por el Ministro de Fomento, Eugenio Montero Ríos, para pintar un gran cuadro histórico que fuera ejemplo de la defensa de las libertades para las generaciones futuras, inmortalizado en el fusilamiento del General Torrijos (1791-1831) hizo varios intentos desde su exilio en Inglaterra de sublevarse contra Fernando VII tras su vuelta al trono. Fue víctima de una emboscada preparada por el Gobernador Vicente González Moreno, quien le había asegurado el triunfo de la rebelión si embarcaba desde Gibraltar hacia Málaga. En su trayecto la embarcación fue abordada por el “Neptuno”. Fueron apresados y fusilados en las playas malagueñas el 11 de diciembre “por el delito de alta traición contra los sagrados derechos de la soberanía de S.M.”.


Era viernes y fuimos con las niñas a visitar la exposición temporal de la ampliación del Museo del Prado, dedicada a la pintura española del XIX. Al entrar en el museo P se retrasó y entré yo sola con las niñas. Cómo explicar un cuadro de tema histórico a dos niñas, de ocho y seís años, que me miraban esperando que las palabras salieran de mi boca. Me temblaron las piernas pero, tras dos segundos de indecisión, las palabras comenzaron a fluir con entusiasmo y decisión. La historia se conviertió en cuento y los ojos de las niñas brillaron satisfechos. Mi corazón se encendió.

viernes, 13 de abril de 2007

Gente patinando


Me gusta ver patinar a la gente. Todos girando en órbita fraternal. Es hermoso ver al ser humano conviviendo en armonía, bailando la misma danza. Ver la estela de las cuchillas en el hielo.
Cuando vamos al cine, antes de entrar a la sala, nos sentamos ante el enorme ventanal para observar a decenas de personas deslizándose sobre la blanca pista. Nos quedamos absortos mirando a una niña de cuatro años “andando” con pasos torpes y cayendo constantemente al suelo. Lo bueno de los niños es que les resulta muy sencillo levantarse cada vez que se caen, tal vez porque todavía no le dan demasiada importancia. Algunas parejas patinan de la mano en un esfuerzo por igualar su paso, pero con frecuencia eso les hace perder el equilibrio. Los solitarios patinan a su aire, unos con la torpeza del principiante y otros mostrando con gracia sus piruetas. Cada uno con su estilo personal: altivo, patoso, grácil, rudo. Bailan tranquilos en el escaparate ante los ojos de familiares y curiosos.
“Sous les patins si froids
D'une danseuse ébène
Tant de yeux restent coits
D'avoir connu la scène.

La neige sous son pied
Etincelle en hommage
Au doux baiser posé
Par la gracieuse image.

Miroir aux cents secrets,
La glace est magicienne,
C'est aussi un palais
Où les filles sont reines.

Tout ressemble aux lumières,
Quand le corps costumé
Aux flocons éphémères
Patine à s'envoler.”

“Bajo los patines fríos
de una danzante ébano.
Muchos ojos quedan prendados
de haber conocido la escena.

La nieve bajo su pie brilla
en homenaje
al beso dulce
puesto por la graciosa imagen.

Espejo de cientos secretos,
el hielo es mago,
y también un palacio
donde las niñas son reinas.

Todo se parece a las luces.
Cuando el cuerpo disfrazado
de los copos efímeros
patina para despegar.”

jueves, 12 de abril de 2007

Himno a la Belleza. Baudelaire.


"¿Qué abismos te condenan, qué cielos te redimen, Belleza? -Tu mirar infernal y divino derrama confundidos la caridad y el crimen: -Yo, que lo vi de cerca, lo he comparado al vino.

Un resplandor de aurora tus dos pupilas toca, te envuelven los perfumes del poniente brumoso, tus besos son un filtro y un ánfora tu boca que hacen cobarde al héroe y al niño valeroso.

¿Asciendes del abismo o bajas de los astros?. El demonio te sigue rendido a tu mirada; sangre o risa, al azar, vas dejando tus rastros y lo gobiernas todo, sin responder de nada.

Pisoteas los muertos que te han sido sujetos; el Horror es la más triunfante de tus joyas, y el Crimen, por la larga cadena de amuletos cuelga de tu cintura y en tu vientre lo apoyas.

Lo efímero, pasmado en su luz ardorosa, crepita, estalla y dice: ¡Bendigamos su alma!, el amante rendido a los pies de su dama, parece un moribundo que acaricie su fosa.

Que tus gracias el cielo o los infiernos labren, ¿qué me importa, Belleza, monstruo ingenuo y maldito, si tus ojos, tus pies y tu sonrisa me abren las deseadas puertas del ignoto Infinito?

¡Satánica o divina, ven! Angel o Sirena. ¿Qué me importa, si me haces -hada de ojos cambiantes, ritmo, perfume, luz, diosa mía serena, -más tolerable el mundo, más cortos los instantes?."

Me atrae la belleza que hay en el mundo. La Belleza que para los cristianos se identifica con la Bondad. El mundo es un lugar imperfecto porque lo vemos con una mirada humana, la única posible. La bondad comparte escenario con la violencia y la belleza con el horror. Es la eterna dualidad del Bien y el Mal que habita en la naturaleza humana. A pesar del enorme sufrimiento que estamos condenados a padecer, nos queda el consuelo de poder contemplar la Belleza.