jueves, 29 de noviembre de 2007

Los poetas contemporáneos. Un lectura de Zorrilla en el estudio del pintor (1846).

Óleo sobre lienzo, 144x217 cm. Antonio María Esquivel [1806-1857)].

Obra emblemática del Romanticismo español e icono por excelencia del panorama intelectual de la Corte Isabelina. Es el mejor testimonio gráfico de la perfecta simbiosis que durante el Romanticismo madrileño mantuvieron las artes y las letras, de la que fue expresión máxima el Liceo Artístico y Literario; sociedad creada en 1837, de importancia capital en el panorama cultural de la España romántica.

El pintor recrea en él una reunión imaginaria de los más importantes escritores de su tiempo, congregados en su propio estudio para escuchar la lectura de una obra de José Zorrilla, narrada por el propio escritor ante la presencia del artista, que abandona momentáneamente su trabajo para escucharle.

La estancia es espaciosa, de techos altos, con un gran ventanal por el que penetra la luz natural, que ilumina la sala. Los muros están forrados con lienzos, algunos pintados por el propio Esquivel y otros de su colección, realizados por maestros antiguos de la pintura española: Juicio Final, Colón ante los Reyes Católicos, el Martirio de San Andrés, una Inmaculada.


A las niñas les llama la atención este cuadro. En él hay muchos poetas y la mayor se siente identificada: "Mira papá son poetas, como yo". P hace llamar su atención sobre la ausencia de mujeres en la obra: "Hija, en ese momento de nuestra Historia la mujer no jugaba ningún papel en la vida pública de España". La mente de la niña imaginó la versión actual del cuadro: una reunión de poetas y poetisas... una sonrisa dibujó su rostro.
Divertido fue para las niñas descubrir que un personaje situado a la izquierda del cuadro las miraba fijamente. No importaba hacia que lugar de la sala del museo se desplazasen pues los ojos inquisitivos de aquel hombre las seguía. Las risas de las niñas inundaron la sala durante un momento y nos dimos cuenta de que unos niños, que nos habían seguido durante toda la visita, también reían.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Curioseando por wikipedia, he encontrado este dato especialmente curioso (y humano) de la biografía de este pintor y de este óleo. Lo traigo aquí. "En 1839, ya en Sevilla, Antonio Esquível sufrió una enfermedad que lo dejó prácticamente ciego. El artista, sumido en una profunda depresión, intentó suicidarse arrojándose al río Guadalquivir. Enterados sus compañeros y amigos poetas y artistas, y movilizados por el Liceo para ayudarle, sufragaron entre todos un caro tratamiento realizado por un prestigioso oftalmólogo francés. Gracias a esa generosidad, en 1840 sanó y recuperó la visión, y el artista, agradecido, pintó a sus amigos, poetas y pintores del movimiento romántico, reunidos imaginariamente, en un cuadro que se ha hecho célebre".