sábado, 30 de mayo de 2009

Lo bello. Simone Weil.

Lo bello supone un atractivo carnal distante y lleva aparejada una renuncia (incluida la renuncia más íntima, la de la imaginación). Lo que deseamos queremos comérnoslo, lo bello es lo que deseamos sin ánimo de comérnoslo, deseamos sólo que exista.

Lo bello: la realidad sin apego.
No es posible concebir el bien sin pasar por lo bello.
La belleza seduce a la carne para ganarse el permiso de pasar hasta el alma.

Lo bello es la presencia manifiesta de lo real. De una realidad trascendente, pero eso va implícito: la realidad no es sino trascendente, todo aquello que es apariencia es no realidad.

No hay más que un camino de salvación: la belleza por medio de amor.

2 comentarios:

uliseos dijo...

toma ya, cinco entradas en mayo.
qué harás al quitarte el sayo, con la cantidad de manos que quedan, para escribir, libres por fin.
becho. jp

Paula dijo...

Querido "vecino". Sí, me estoy animando a publicar en mi blog. Las charlas sobre pintura a las que he empezado a asistir, mueven muchas cosas por dentro. La pasión por el arte permanece en mí bajo la piel de secretaria a tiempo completo. Quien me iba a decir que el templo del Derecho, en el que paso mis días, albergaba un rincón dedicado al arte en el que conectar con la belleza. Me alegra que me visites.

Besos